busco en la basura algo mejor
  el opio del pueblo
 
LA RELIGION ES EL OPIO DEL PUEBLO



   Las religiones no son más que una proyección de los fantasmas humanos, hay tantas verdades como sociedades, y tantas clases de justicia como tiempos y lugares; todo orden humano es un desorden institucionalizado.

(La historia de la humanidad contada por un gato.
 Akenatón. Gérard Vincent.)
    
-¿Y tú, no crees en Dios? - dijo la voz a un compañero.
- Dios no existe, ha muerto; y los muertos están bien muertos. Son los curas los que han inventado la religión.
- Y si no existe Dios - insistió el primero-, ¿quién ha creado el mundo?
- El mundo siempre existió y siempre existirá, imbécil. Con curas o sin curas.


(La casa de las chivas. Jaime Salom.)


   Lisa ya tenía cinco años y a esa edad las niñas del Renacimiento tenían que comenzar su educación con el estudio de la doctrina cristiana.Una mañana, una monja vieja, toda vestida de negro, subió hasta el cuarto de juegos. Arrastraba los pies al andar y se apoyaba en un bastón. Tenía los ojos acuosos y enrojecidos y no le quedaba un solo diente. Se llamaba sor Perpetua y pertenecía a la Orden de las damas de Faenza.
angel y diablo   Sin decir palabra, cogió a Lisa de la mano y la hizo sentar frente a ella en un taburete. Luego se santiguó y comenzó la lección. Ese día le habló de un niñito llamado Jesús que había nacido en un establo sin más que un poco de paja como lecho y una vaca y un asno para darle calor con su aliento.

    No tenía ni una manta, pues sus padres eran muy pobres. Lisa dijo que ella tenía muchas mantas y que cedería gustosa una para Jesús. La monja le ordenó guardar silencio y a partir de entonces Lisa calló sus pensamientos.
<    Sor Perpetua venía todas las mañanas.


    Para entretenerla, sor Perpetua le contó que Dios Nuestro Señor creó, la Luna y la Tierra y colocó a Florencia en el centro mismo de ésta; la historia de Jonás, que pasó 3 días en el vientre de una ballena; y le habló de la hija del Rey de Egipto, que recogió la cesta de Moisés cuando flotaba río abajo.
 

sol y luna

    Sabía narrar historias a la perfección, con buen sentido dramático y grandes habilidades mímicas.Con una ondulación de sus anchas mangas reproducía el gesto del Señor al arrojar puñados de estrellas por todo el firmamento.

    Su fe era ciega, no la ensombrecía ni una duda. Toda una vida pasada en el convento le había permitido conservar la simpleza de espíritu de la infancia. Mentalmente tenía la misma edad que Lisa.

    Lisa aprendió de ella que Dios creó en mundo un miércoles, sobre las 9 de la mañana, y que Jesús dejó a sus venerados padres para correr mundo y predicar a los campesinos y los pescadores. Curó a los enfermos, caminó sobre las aguas, hizo caer del cielo hogazas de pan y pececillos y muchas maravillas más.

    Lisa preguntó porqué no se había quedado en casa a ayudar a su pobre padre. La monja la hizo callar impaciente y continuó explicando que Jesús los hacía sentar a todos a su alrededor, en el suelo, y les decía que debían amarse los unos a los otros y que si alguien les golpeaba en una mejilla, de inmediato debían ofrecer la otra. Y luego, nuevamente, la primera... y así sucesivamente.

  zombi   A Lisa no le entusiasmó la idea, pero no dijo nada.

  
También descubrió la vida de los santos que solían vivir en cuevas, en húmedas grutas o desiertos ardientes, y siempre pasaban hambre. A veces, los santos se aventuraban hasta la ciudad más próxima y allí proclamaban la gloria de Dios y decían al rey, al gobernador o al jefe de policía  que debían expulsar a las malas mujeres de la ciudad. También exhortaban a las muchedumbre a arrepentirse y no engañarse unos a otros. Ello les creaba problemas. Muchos fueron destripados, asados a fuego lento, despellejados vivos, hervidos en aceite o decapitados, como san Dionisio, que después echó a andar con la cabeza bajo el brazo.

    Le enseñó que el Sol giraba en torno a la Tierra y que la Tierra era redonda y plana como una tortilla. Si una persona caminaba o navegaba siempre en la misma dirección, acabaría cayendo de la superficie terrestre y nunca más se sabría de ella.

    Sor Perpetua le contó a Lisa que Jesús fue a Jerusalen y allí fue azotado, coronado de espinas, le escupieron y, por fin, lo clavaron en una cruz. Lisa pensó que nada de eso le hubiera ocurrido de haberse quedado en casa, pero no abrió la boca.


cruz
    Sin embargo, protestó cuando la sor le comunicó que El había muerto por su culpa.

- Si - insistió la monja, señalándola con su dedo huesudo -. Murió a causa de tus pecados.

    Lisa se quedó estupefacta; sin embargo, contuvo la lengua mientras sor Perpetua lanzaba una larga parrafada y le decía que era una terrible pecadora, y todo porque su tatara- tatara-tatara, mil veces tatarabuelo, un tal Adán, había comido una manzana. Le pareció tan extraño que empezó a sospechar que su maestra había perdido el juicio.


    Y ya no le cupo la menor duda de ello cuando ésta le dijo que tenía 2 padres además del que vivía en la casa.

    Uno era el Papa. Vivía en un gran palacio, se sentaba en un trono y había que besarle los pies antes de dirigirse a él. El otro vivía en el cielo y lo sabía todo, particularmente lo que hacía Lisa de Gherardini. Cada vez que cometía un pecado (y los estaba cometiendo casi constantemente) El lo escribía en un gran libro, a fin de no olvidarlo nunca.

Era terriblemente rígido. Sacarle la lengua a Tessa era un pecado. Hacerse la sorda cuando la llamaban, también lo era. Y todos esos pecados quedaban anotados en el gran libro. Cualquier cosa, por ínfima que fuese, despertaba su ira. Una mentira, aun pequeña, era castigada con mil años de purgatorio; si era grande, le valdría una eternidad en el infierno.


ardemos en el infierno



    Por su parte, sor Perpetua le habló del cielo y el infierno y le explicó que se podía alcanzar el paraíso si se compraban suficientes indulgencias. Los frailes las vendían en las esquinas, como si fueran billetes de la lotería, y también las ofrecían de casa en casa. Cuando una persona moría y llamaba a la Puerta Celestial, exhibía su fajo de indulgencias ante san Pedro, y si éstas eran suficientes, el santo no tenía más remedio que dejarla entrar.

(La vida privada de Mona Lisa. Pierre La Mure)


    Todas las sociedades han sido fundadas sobre la renuncia a tener derecho a todo y sobre la resignación a la obediencia. Por lo tanto se reconoció a un soberano y todos se plegaron a sus fantasías, al menos en principio, pues llegó a suceder que el pueblo se rebelara y le cortara la cabeza. El asunto se complicó por el hecho de que como los hombres creían en Dios, la Iglesia se apropió del derecho de poner orden en este mundo, entrando así en competencia con el Leviatán, que tenía el mismo proyecto, pero con métodos diferentes.

(La historia de la humanidad contada por un gato. Akenatón. Gérard Vincent.)


   Todas las ideas de la Iglesia aparecen hoy ante nosotros como lo que son: la peor superchería que se ha llevado a cabo para desvalorizar a la naturaleza y a los valores naturales.

El propio sacerdote aparece como lo que es: el parásito de la peor especie, la araña que envenena la vida. Hoy sabemos, nuestra conciencia sabe, qué valor tienen y para qué han servido todos esos inventos siniestros de los sacerdotes y de la Iglesia con los que se llegó a una situación de autodeshonra de la humanidad tal que su sola visión produce asco.

Las ideas de "más allá", de "juicio final", de "inmortalidad del alma" constituyeron instrumentos de tortura, métodos de crueldad mediante los cuales el sacerdote llegó a imponerse y a perpetuar su poder.

(El anticristo. Friedrich Nietzsche)
 
   
aquí estoy yo  En el cristianismo, la moral y la religión no mantienen contacto alguno con la realidad. No hablan más que de causas puramente imaginarias de una relación entre seres imaginarios (Dios, los espíritus, el alma); (Dios, alma, yo, espíritu, voluntad libre o no libre), y de efectos también imaginarios (pecado, redención, gracia, castigo, perdón de los pecados);de una ciencia natural imaginaria (en la que brilla por su ausencia el concepto de causas naturales).

   Todo ese mundo de ficciones se basa en el odio a lo natural, a la realidad; constituye la expresión de una profunda aversión a lo real.

(El anticristo. Friedrich Nietzsche)


   Lo que se ha venerado como Dios es algo lastimoso, absurdo, nocivo; que no sólo es un error, sino que significa un crimen contra la vida. Si nos demostraran que ese Dios de los cristianos existe, menos  aún podríamos creer en él. En suma, el Dios que creó san Pablo implica la negación de Dios.

   Una religión como el cristianismo, que no tiene ningún punto de contacto con la realidad, que se evapora en cuanto la realidad reclama sus derechos, ha de ser enemiga mortal de la sabiduría del mundo, es decir, de la ciencia. Una fe impuesta representa un veto lanzado contra la ciencia; y, en la práctica la mentira a toda costa.


(El anticristo. Friedrich Nietzsche)


sol y luna

    La angustia es comprender que nos falta algo y no sabemos lo que es. Hay en nuestros adentros un abismo sin fondo. A veces creemos llenarlo con algo muy deseado pero que, una vez conseguido, ha agrandado el abismo. Ese es el hombre.

- Los dioses, en cambio, lo son porque no tienen ese abismo. Son más elementales que nosotros. No les creo capaces de crearnos; al revés, más bien son los hombres quienes crearon a los dioses.

    Si existen, es evidente que no se ocupan de nosotros. En todo caso me sobran, mi dios es el ser humano: el hombre y la mujer. Mi dios es el andrógino.

(La vieja sirena. Jose Luis Sampedro)
 
    No tiene sentido inventar fábulas respecto a "otro" mundo distinto a éste, siempre y cuando no estemos marcados por un impulso instintivo a calumniar, a empequeñecer, a recelar de la vida. En este caso nos vengamos de la vida, imaginando con la fantasía "otra" vida distinta y "mejor" que ésta.

(El ocaso de los ídolos. Friedrich Nietzsche)
 
 

 
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